martes, 13 de octubre de 2009

Un día especial. 1ra parte.




Las dos de la mañana y no podía cerrar el ojo.
Era una noche brillante y limpia.
La luna era una gran lámpara colgando del firmamento
y bañaba el hemisferio del planeta con esa luz que embruja,
esa luz que hace a los lobos aullar y que sólo de ella emana.
Había llovido por espacio de 2 horas.
Estaba todo mojado y ahora era el silencio absoluto...
salvo por el anuncio de luces del café, que aún estando cerrado,
se mantenía prendiéndose intermitentemente
produciendo ese sonido...bzzzzzz,
noche tras noche.
Ya lo tenía desquiciado.
Se había levantado para prender el estéreo e insatisfecho,
lo apagó inmediatamente.
Tomó un lápiz y papel para dibujar,
ni una sola idea pasó por su cabeza.
Abrió aquel libro para empezar a leerlo por enésima vez,
leyó el mismo párrafo tres veces
sin poder concentrarse y lo cerró.
Fue hacia la cocina y abrió el refrigerador sabiendo lo que había adentro,
no tomó nada y lo cerró.
Se sentó de nueva cuenta al borde de la cama para mirar por la ventana
y ser consumido por el cigarro,
sólo veía para afuera, sin poner atención en algo específico.
Tenía tantos deseos de que pasara algo, lo que fuera...pero nada.
2 horas ahí sentado y nada.
Había sido un día como cualquier otro:
Despertador, baño, café y cigarro, metrobus,
caminar dos cuadras hasta llegar al café cerca del trabajo,otro café y cigarro.
Las mismas señoras de siempre chismeando fuera del café;
Cada mañana dejaban a sus niños en la escuela
y pasaban por el café sin realmente querer tomarlo,
puro pretexto para no enfrentar el vacío del día
y contarse sus espectaculares aventuras en el centro comercial o en el súper.
Hablaba una y luego otra, se interrumpían constantemente
y ninguna le ponía atención a la otra.
Él se esperaba para ver si aparecía alguna señora nueva
y poder verle las nalgas, esperando siempre la llegada
de alguna mamá despampanante.
Nada, las mismas urracas de siempre.
Terminó el café, el cigarro y se levantó sin intercambiar ni una mirada,
ni un buenos días.
Se veían las mismas personas todas las mañanas y nadie se saludaba,
sólo los que no se eran ajenos o desconocidos lo hacían.
Se encaminó a la oficina; buenos días poli, gracias.
Buenos días a todos, gracias.
Trim, copy, paste,offset,
undo, undo, erase, messenger, mails, 2 pm,
dónde vamos a comer? vienes? no tengo lana, gracias, provecho.
4pm, café y chokis, trim, copy, paste,offset, undo, undo, erase,
messenger, mails, teléfono, save, reloj, reloj, reloj, 6pm.
Uta madre faltan dos horas.
Trim, copy, paste,offset, undo, undo, erase, messenger, mails, save.
Buenas noches poli, igualmente, gracias.
Llegó a su casa, prendió la tele y vio noticias: la misma mierda de siempre.
Pidió una pizza y el pinche repartidor llegó a los 15 minutos,
la pizza no fue gratis, mierda!
Tuvo que desembolsar la poca lana que le quedaba
para vivir el resto de la semana.
Se la zampó toda sin dejar nada, acto seguido fue al baño
y cerró la puerta para verse en el espejo de puerco entero.
Se puso de perfil y se amasó la barrigota.
"No mames que pinche cerdo estoy".
Se fue a acostar todo empachado y sólo veía al techo,
así hasta las dos de la mañana y a las 4 se durmió.
Despertador otra vez. Baño, ya no le quedaba café ni cigarros.
Ya no le quedaba lana.
Lo único bueno es que a partir de ahí el día fue distinto.
Se fue a la chamba caminando cosa que le hizo ver su barrio con otros ojos.
Salió de su casa y el peluquero abría el changarro.
- Buenos días joven.
El joven lo volteó a ver como si fuera un marciano y balbuceó buenos días.
Nunca se habían saludado.
Acto seguido entró al café y el dueño lo recibió
con un buenos días joven qué le sirvo, feliz de tener a su primer cliente.
- Disculpe, no habría modo de que apagara su anuncio por las noches?
Es que no me deja dormir.
- No va a querer nada? le respondió malencarado.
Salió sin decir más nada.
Iba caminando evitando los charcos en la acera y en eso vio un gato muerto.
Pensó que seguramente era de peor suerte que cruzarse con un gato negro...
y que algún cabrón despiadado lo había matado, tal vez un perro.
Quién sabe.
Tal vez había entrado en la lavadora mientras algún amo de casa despistado echaba la ropa sin percatarse de que la curiosidad del gato, como siempre,
lo llevaría a su muerte.
Al darse cuenta del triste destino del animal lo sacó para echarlo a la calle
y así evitar confrontar la idignación de su hija, la rabia por tal descuido
y el llanto inconsolable .
Quién sabe.
Iba pensando en ésto cuando levantó la mirada y ooh dios!
...Madre santa!
Qué mujer, una combinación entre ángel y demonio, entre pecado y salvación.
Por un lado una belleza celestial, fuera de lo terrenal...y por otro,
un cuerpo despampanante, la tentación hecha mujer,
el deseo irrefrenable por la carne.
No sabía si enamorarse o cojérsela,
de cualquier manera lo segundo jamás iba a suceder,
así que nomás se fue enamorado de su belleza...y bien caliente.
La fue siguiendo varias cuadras viendo su trasero bamboleante y ese sexy andar.
Ella se dio cuenta y le echó ojos de pistola, él se hizo pendejo y cambió el rumbo.
Estaba desorientado, no se dio cuenta por dónde había caminado
ni cuántas cuadras había estado fantaseando con la cara metida
en esas nalgas de antología.
Retomó la conciencia y el buen camino, que no el del Señor...
el correcto para llegar a la chamba.
Una hora de caminar y por fin llegó al café. Chale, no tenía lana.
Cruzó la calle y entró a la tiendita de enfrente.
-Buenos días don.
-Qué tal mano, buenos días, ya a chambear?
-Pos qué nos queda, a corretear el bolillo.
-Si verdad, hay que chingarle.
-Eeeei...
Oiga don, fíejese que olvidé mi cartera,
quería preguntarle si me puede fiar los tabacos
y prestarme pa'l cafecito.
-Claro que sí, faltaba más.
Para eso estamos, para echarnos la mano, o no?
-Muchas gracias don, mañana sin falta se lo pago.
-No te preocupes manito, aquí estamos.
Oye, ahí con ustedes trabaja una chica de pelo largo oscuro?
-Si, un bombón verdad?
-Tsssssi mano! El otro día la seguí con la mirada
y vi que entraba ahí donde ustedes trabajan...
está re guapa la condenada.
-Sí, y es a todo dar...muy linda.
-Dile que le mando saludos, de mi parte por favor!
-Cómo no, con todo gusto. Muchas gracias don.
-Órale mano, nos vemos después.
Volvió a cruzar la calle y se dirigió al café por su express mañanero.
Ya ni se preocupaba por poner atención al rededor,
se acercó al mostrador y pidió su café en automático.
Ni siquiera se percató de que la mujer que lo atendía
era nueva y estaba preciosa, verdaderamente de llamar la atención.
De ésas que cautivan miradasy se apoderan de corazones necesitados de amor.
El idiota pagó su café sin levantar la mirada, pero bueno,
probablemente mañana se dé cuenta y la descubra.
Se encaminó a la oficina tomando su café
poniendo especial cuidado en no quemarse
y levantando los ojos mientras sorbía.
Se cruzó con una mujer alta,
gordita pero con cara de cachonda que se le quedó viendo.
Se puso nervioso y le pareció que ella le había sonreído de manera atrevida,
le pareció que esa mirada lo invitaba a pasar.
Siguió de frente acelerando el paso esperando
salir rápidamente de la zona de peligro.
Ya fuera de ella se dijo que qué pendejo, que se la hubiera podido cojer!
Lo que es tener la mente cochambrosa,
ya parece que uno no puede recibir gestos de amabilidad de otras personas
sin ser más que éso, pura amabilidad.
Es incréible las horas que puede gastar uno al día pensando en pura tarugada, inventando historias imposibles y elucubrando situaciones fantásticas, elaborando divagaciones complicadas y con apariencia de profundidad...

-Buenos días poli.
-Disculpe, es usté nuevo aquí?
-El nuevo es usté poli, yo ya llevo rato aquí trabajando.
-Jeje, si verdá? y cómo dice que se llama?
- Alejandro, pero en realidad me llamo Torsten Schnippenkoetter.
...
El poli no se atrevió a decir más nada,
abrió la puerta y Torsten entró diciendo gracias.
-Buenos días camaradas.
Nadie le respondió. Él no le dio importancia.
El tedio y la desesperación se habían apoderado de la oficina.
Llevaban 4 meses trabajando sin recibir remuneración económica alguna,
ni siquiera señales de agradecimiento o palmaditas en la espalda.
La atmósfera era densa y tensa, se podía cortar con el cutter.
Y lo de siempre de nueva cuenta,
a la computadora y a escribir esos comandos ad nauseam.
Ya vivían en su cabeza y anidaban en el cerebro.
En las noches de insomnio lo único que producía éste,
eran esas palabras escritas en el teclado de manera infinita.
No podía pensar en otra cosa,
los comandos se habían apoderado de su psique,
se repetían y reprodicían constantemente en su mente
la cual era ya una pantalla negra procesando códigos binarios en verde
como parásitos malignos consumiendo la materia gris.
Es increíble como el trabajo manual y artesanal,
a veces artístico del dibujar, se ha transformado en el acto frío
y distante de presionar las letras de un teclado.
Toda la experiencia espacial, sensorial y propioceptiva
del acto de dibujar ha sido reducida a utilizar 2 o 3 dedos ,
ha sido anulada y bloqueada por la tecnología.
Los dibujos son elaborados ya cual producción de hamburgesas mac donalds.
"HolabuenosdíasminombreesTorstensuproyectocómovaaser?"
"Por500milpesosmásdeseaagregarcertificaciónleedasuproyecto?"




-Buenos días chicas!
El mismo saludo de siempre y como respuesta,
la misma sonrisa fingida de siempre.
Así entraba saludando todos los días el jefe.
Era imposible dejar de pensar en que era joto de closet.
O tal vez ya estaba fuera y llevaba esa doble vida a la perfecta discreción.
Definitivamente era amanerado, pero hacía referencia a las mujeres
como si verdaderamente fueran su afición.
-Chicas, les tengo una buena noticia, hoy finalmente nos depositaron
y vamos a poder cubrir nuestro adeudo con ustedes casi en su totalidad...
no les da gusto?
-Pues el cheque nomás va a cambiar de manos
y me voy a volver a quedar sin dinero, esa lana ya la debo.
Así respondió Torsten y así echó a perder el momento victorioso del jefe.
-Sí bueno, pero ya vas a estar tranquilo por liquidar tus deudas.
-Lo que me tiene intranquilo es no tener dinero
ni para tomar el transporte y venir a trabajar, ni se diga ya para comer.
-Bueno, pero no pagues todo lo que debes y quédate con algo.
"Pos si verdá, tan fácil", respondió Torsten.
Seguía ensuciando el momento de gloria del jefe y éste, bastante incómodo,
salió diciendo que podían pasar por sus cheques llevando el respectivo recibo.
A la hora de la comida el jefe propuso ir todos juntos a comer
y tomarse una cervecita.
Por la cabeza de algunos pobres ingenuos pasó la idea
de que el patrón iba a pagar la comida y las rondas de cerveza...JA!
Torsten por supuesto que no iba a participar de la puesta en escena,
y mucho menos se iba a tragar la historia de que Daniel iba a disparar.
Los compañeros regresaron indignados.
Entre todos acabaron poniendo lana de su bolsa
para pagar lo que Daniel el jefe había consumido...
qué bruto y qué grosero,
qué culero...
Joto, mamón y con desplantes de pordiosero.



1 comentario:

  1. no es que la historia me parezca conocida, pero cualquier parecido con la cotidianeidad es pura, pura coincidencia... que bueno que eso no nos pasa a nosotros...!!jeje

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